La belleza de la naturaleza es algo que no se compara con
ninguna artificial, las cosas caen en su lugar, no hay sobrantes y ni faltantes
en las obras que por afectos del tiempo y otros aspectos conforman un lugar único
en su clase. Este es el caso de la famosa Playa La Ensenada, un lugar que pocas
personas han disfrutado en su totalidad ya que al acumularse miles de personas en
este sitio los presentes no pueden apreciar la belleza que el señor Dios otorgo
a este pedazo de República Dominicana.
Como en todo espectáculo hay asientos VIP para ver las
funciones, en este caso “El Castillo Del PrÃncipe”, es el lugar ideal para
saborear con los ojos la hermosura que desvela en esta pieza de mar. Desde aquÃ
se disfruta de una vista que no se degusta en muchos lugares cercanos al mar,
ya sea por su altitud o por su localidad.
Amadeo Peralta “El PrÃncipe”, uno de los primeros
visionarios en esta zona de explotación turÃstica, tuvo la brillante idea de establecerse
en este estratégico lugar, en aquellos tiempos que hasta para llegar a la
Ensenada era una travesÃa de aventuras de safari. El PrÃncipe hoy disfruta de
un terreno codiciado y apreciado por muchos ya que brida un escenario donde el
mar toca el cielo y el verdor de la naturaleza en su orilla, sin olvidarnos de
esa mágica calma que solo se ve y siente en La Ensenada.
Un sin número de actividades se han celebrado en estas obra
de las ideas del Principe, aprovechando el escenario que se muestra y se puede
formar, desde bodas, cumpleaños, celebraciones, visitas de personas
emprendedoras, entre cientos de dinamismos más que aquà se hacen recuerdos
especiales para siempre.
Es asà como “El Castillo del PrÃncipe” se convierte en una recomendación
del Bonche Isabelino para realizar una visita, perderse entre el fresco aire
que sopla en sus instalaciones y apreciar la belleza del entorno de la Ensenada
desde un asiento VIP.
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