Por: Crisel Gomez
Llenas de alegría, brindis, nuevas expectativas, acompañada de buenos deseos suele ser la ceremonia más común en los isabelinos para recibir un nuevo año. Pero a lo interno de las familias dominicanas hay costumbres y ritos que marcan ese momento de transición de manera particular. Por otro lado algunas personas experimentan una sensación de nostalgia mientras reflexionan sobre los acontecimientos que tuvieron lugar en sus vidas en los últimos 12 meses, otras en cambio comienzan a pensar en las resoluciones de año nuevo en esta época del año.
Este 31 de diciembre como ya es costumbre en Villa Isabela, el 2016 se recibió en la calle caliente de este pueblo, pues después del cañonazo el “Malecón Seco” se encendió de tal forma que muchos esperaron en buen ambiente la llegada del primer sol del nuevo año.
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